La pintura barroca
Los artistas del barroco plasma la realidad tal y como la ven, con sus límites imprecisos, sus formas que salen y entran, los objetos de primer plano intrascendentes, los escorzos y las posturas violentas, y las composiciones diagonales que dan a la obra gran dinamismo. Los temas más usados eran los religiosos, escenas de santos, mitológicos, el retrato, tanto el individual como el de grupo, y surge como tema nuevo el bodegón.
En el arte barroco hay dos estéticas diferentes: el tenebrismo y el eclecticismo.
- El tenebroso que consiste en el choque violento de la luz contra la sombra, quedando el fondo en penumbra, mientras que la escena queda en primer plano.
- El eclecticismo que se trata de salvar el gusto clásico dentro de la nueva norma, siendo una estética decorativa efectista y teatral.
La pintura barroca se caracterizará por una gran expresividad en cuanto a las figuras mostradas y por la intensa diferencia claroscuro. Recurrirá a la intensidad de los colores y al uso de las sombras y luces que genera una distinción potente en los espacios, a las figuras complejas y hasta caóticas, a la intensa expresión de las miradas. La pintura tomó un papel importante y homogéneo que se fue desplazando a diferentes países y con esta extensión se dio lugar a la manifestación de dos ideas contrarias. Con esas ideas contrarias encontramos al barroco cortesano, teatral, lujoso y católico y la segunda idea sería el barroco burgués que en sus obras manifestaría una vida normal y real.
Artistas más destacados en la pintura barroca
José de Ribera: nacido en el 1591. Sus temas preferidos son las escenas de martirio y penitentes con un estilo tenebrosa muy dramático con un gran realismo, sus obras toman un gran realismo con un dominio del dibujo y el color extraordinario, como ejemplo tenemos la Piedad. Más tarde tendrá un estilo iluminista, como ejemplo tenemos la Inmaculada.
Diego Velázquez: nació en el 1599. Su primera etapa fue tenebrista y realizó bodegones de gran realismo como la Vieja friendo huevo, El aguador. Felipe IV le nombra pintor de cámara y se dedica a pintar retratos, temas mitológicos, cuadros históricos y paisajes. Tiene un dominio magistral de la perspectiva aérea, de la luz, del dibujo y el colorido brillante con pinceladas sueltas. Como ejemplo tenemos Los borrachos, La Venus del Espejo, Las hilanderías, pero su obra maestra fue Las Meninas.
Francisco de Zurbarán: nacido en el 1598. Su estilo es tenebrista y pinta temas religiosos de composición simple y estática, usa un dibujo firme con un gran estudio del volumen y con un rico colorido. También pinta bodegones ascéticos, místicos y retratos a lo divino de santas, como ejemplo tenemos la Santa Casilda y Santa Margarita.
Bartolomé E. Murillo: nació en el 1617. Tuvo una primera fase juvenil tenebrosa, con un estilo luminoso. Tiene gran éxito como pintor de temas religiosos llenos de gracia, delicados y dulces, de rico colorido y factura suelta y vaporosa. Tenemos como ejemplo obras destacadas como sus Inmaculadas, Los Niños de la Concha, Niños comiendo fruta.
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